
Cómo compartir la fe en el lugar de trabajo
Ana Ribera y Dorcas González
Los bancos de la iglesia no se salvan y no se pescan peces en un cubo. Hay que salir fuera de los límites de la iglesia para ser pescadores de hombres. Ahora bien, un ejército desorientado es un ejército vencido y la cuestión esencial es que para compartir el evangelio hay que invadir el territorio del enemigo. Esto implica un desgaste porque necesita un nivel extremo de concentración ya que el enemigo va a utilizar nuestras debilidades para detenernos.
Ana Ribera y Dorcas González explican las características de la evangelización relacional en la primera plenaria del encuentro GBG 2017 «La fortaleza de la debilidad».
Photo by Pop & Zebra on Unsplash


Ana Ribera es Trabajadora social de vocación, obrera en GBU desde 1997 forma parte del equipo de Coordinación Nacional de GBU. Desde que escuchó de labios de David Burt la frase «Sólo hay tres cosas eternas: Dios, Su Palabra y las personas» resume muy bien a qué dedica su vida de servicio. Convencida de que la evangelización no es algo que se hace sino algo que se vive, compartirá con nosotros cómo Dios se complace en usarnos en nuestra debilidad. Ella y su hijo Cristian viven en Valencia y son parte de la comunidad cristiana que se reúne en la calle Méndez Nuñez 24.
Dorcas González lleva más de una década como asesora de campo (Barcelona y Zaragoza). Ahora, forma parte de la Coordinación Nacional de GBU (Universidad). Metida hasta las cejas en proyectos para que más estudiantes descubran a Jesús. Le encanta preguntar, escuchar. Leer, pasear, una buena peli. Viajar para ver a amigos y familia. Su pueblo. Su iglesia local. Es traductora, y ahora colabora con la Fundación RZ.
Plenaria en el Encuentro GBG 2017 bajo el lema «La fortaleza de la debilidad» celebrado del 7 al 10 de diciembre en Cullera, Valencia.