La desigualdad del mundo en 28 palabras – Violencia

La conflictividad social, el desencanto general, la peligrosidad en las calles y el riesgo de ruptura de la paz social tienen una relación directa con la brecha entre ricos y pobres. Desigualdad y violencia se retroalimentan.

La organización lo explica con este ejemplo.

 

Los datos sobre la violencia en Honduras son demoledores. El país es considerado el más peligroso del mundo, con un índice de homicidios de 79 por cada 100.000 habitantes (frente a menos de 1 por cada 100.000 en España). La explicación detrás de estos números está, en parte, en los abultados índices de desigualdad.

 

Regina, de 26 años, vive en una comunidad residencial cerrada de alta seguridad en la capital hondureña, Tegucigalpa, en la que residen 150 personas.

 

“Mis padres siempre tienen miedo por mi seguridad y la de mi hermana. Podemos salir en coche privado por la noche, pero utilizar el transporte público supondría un problema. Tampoco iría andando por la noche […] Hay que estar siempre alerta. Para protegerte tienes que vivir en casas cerradas con seguridad privada, y si no puedes permitírtelo, debes tener cuidado”.

 

Carmen, de 34 años, vive en otro barrio de Tegucigalpa que no tiene agua corriente, ni farolas ni calles asfaltadas que permitan el acceso de coches. Varios de sus amigos y familiares han sido asesinados, dos de ellos en su casa.

 

“Me siento totalmente desprotegida por el Estado, sobre todo porque no se preocupan por nosotros [los habitantes de su barrio]. Al contrario, nos estigmatizan porque clasifican nuestros barrios como “barrios calientes”, lo cual significa que saben lo difícil que nos resulta vivir aquí y optan por no hacer nada al respecto. He intentado denunciar actos de violencia contra las mujeres que se producen en mi comunidad, pero todas las veces los pandilleros me han parado para decirme que tengo que pedirles permiso antes de denunciar cualquier abuso”.

La Colonia Flor del Campo en Tegucigalpa, Honduras. / OXFAM HONDURAS

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Créditos: Oxfam Intermon / El País. Alejandra Agudo / Mariano Zafra, Madrid 30 octubre 2014.