
Sexo y otras relaciones que se dan en el trabajo
El trabajo es un lugar en el que la gente se encuentra, habla, se conoce, y entabla amistad. Eso es fantástico. Pero también es una situación difícil pues muchos creen que todas las relaciones “normales” acaban con sexo. ¿Qué peligros deberíamos evitar?
Puede que estés pensando que sobre este tema ya has escuchado todo lo que hay que escuchar. Después de todo, en la universidad muchos de tus amigos no cristianos hablaban de sus líos de fin de semana, y algunos ya tienen una relación sentimental estable.
En cuanto a eso, no hay nada nuevo una vez dejas la universidad, pero verás que estás mucho más expuesto a este tema de lo que lo has estado jamás. Se dice que para algunas personas el trabajo es, cada vez más, el único lugar en el que se pueden desarrollar las relaciones personales. Y nuestra cultura refuerza el mito de que todas las relaciones acaban con sexo.
Hay muchos profesionales que bajan el listón moral y se dejan llevar por la libertad de una vida en la que no tienen que rendir cuentas a nadie. Mudarte a otra ciudad por trabajo; soledad; viajes para ir a visitar a tu novio o novia; la tentación de lo mucho que podréis ahorrar si os vais a vivir juntos; la ligereza con la que la gente a tu alrededor ve el sexo. Tus circunstancias y el entorno en el que estás no te son propicios. Quizá la primera idea que se te viene a la mente es la de controlarte, refrenarte. Pero los cristianos no solo hemos de controlarnos, sino que hemos de ser honestos con nosotros mismos y con Dios. A continuación comentaremos algunas áreas que se han de considerar.
Flirteo e intimidad
¿Se trata solo de una forma de hacer amigos? ¿Es una forma de saciar los anhelos que tenemos? ¿O es una invitación que lanzamos a los demás para que nos consideren atractivos? Aunque se nos ocurran mil formas de justificar nuestro flirteo, todos conocemos la respuesta: la realidad es que el flirteo – ya sea expresado por la forma en la que hablamos, la forma en la que vestimos o la forma en la que nos comportamos – no es más (ni menos) que una insinuación sexual.
Como cristianos tenemos la responsabilidad de pensar en la imagen que damos, tanto cuando estamos con creyentes como cuando estamos con no creyentes. Si hacemos que alguien se lleve “una impresión equivocada” de nuestras intenciones o sentimientos, eso afectará de forma negativa su comprensión de la fe cristiana. Sabemos que la Biblia nos dice que no hagamos caer a los que nos rodean. Aunque nos guste el sentimiento de poder y admiración que conseguimos con el flirteo, sabemos que es un camino muy peligroso. El flirteo no solo puede confundir a la gente, sino que a la larga, puede destruir relaciones.
Lo cierto es que el flirteo nunca ha servido para construir una amistad duradera. Para lo único que sirve es para inflar nuestro orgullo y para tener un montón de “amistades superficiales”. Si realmente nuestra identidad y valor están en Cristo, entonces no deberíamos considerar esa actitud vanidosa y narcisista.
La otra cara de la moneda es la trampa de la intimidad. Muchas de las relaciones que se establecen en el trabajo dan lugar a la confianza y la intimidad. Puede que seas el tipo de personas que escucha y está atenta a las necesidades de los demás. Ten presente que en un mundo desprovisto de los valores cristianos esa intimidad es enormemente atractiva, sobre todo cuando surge con personas del sexo opuesto.
Tentaciones por internet
Ya sea que hablemos de romances cibernéticos o visitas a páginas pornográficas, en Internet hay muchas trampas que atrapan no solo a los incautos, sino también a los más prudentes. Internet te permite hacer cosas y acceder a cosas que nunca verías si supieras que alguien te está observando. Pero recuerda que no hay nada que se escape a la mirada de nuestro Padre que está en los cielos.
Con un acceso tan fácil a la industria de la pornografía, la tentación nunca ha sido tan grande, y muchos cristianos han caído en ella. La única forma de solucionar este tema es ponerle freno enseguida, incluso aunque parezca exagerado ante los ojos del mundo. Si te envían un email pornográfico, contesta enseguida diciendo “¡ni uno más, por favor”!”.
Muchos servidores tienen sistemas de control para impedir que los niños accedan a páginas pornográficas. Si necesitas instalártelo, ¡hazlo! Y si es necesario no tener conexión en casa, ¡no la tengas! Después de todo, ¡mejor te es perder tu conexión a Internet que otras cosas que siempre serán más importantes!
Viajes de negocios
Si Internet es una trampa porque la gente cree que nadie le está viendo, entonces imagínate los viajes de negocios.
Dos compañeros se van de viaje. Después de cumplir sus tareas, les queda el resto del día y la noche por delante, ¡y con todos los gastos pagados! Es fácil llegar a un alto grado de intimidad ahora que están solo y que los demás no están mirando.
Intenta no realizar viajes largos con una persona del sexo opuesto. Si no puedes evitarlos, pídele a un amigo cristiano que te llame cada noche después de cenar, no te quedes despierto hasta las tantas y, sobre todo, no bebas demasiado.
También, no aceptes un trabajo que te hará estar sin el apoyo de tus amigos cristianos durante un periodo de tiempo muy largo. Es fácil perder la disciplina y empezar, por ejemplo, quedándose despierto hasta tarde viendo la tele en la habitación del hotel, y acabar perdiendo el hábito de caminar con el Señor diariamente.
Eventos sociales de trabajo
Las fiestas organizadas por la empresa, salir con los compañeros de trabajo… ¡Vaya peligro! Eso no quiere decir que no deberías hacer vida social con tus compañeros, pero sí que deberías dejar claro quién eres, qué crees, y éste es el gran reto del cristiano que quiere, como Jesús, ser amigo de los pecadores.
Desde la ventana de mi casa y vi a un joven falto de juicio, pasando por la calle cerca de una esquina; iba camino de su casa, al atardecer, al anochecer, en medio de la noche y la oscuridad. Una mujer le salió al encuentro, vestida como ramera, de forma muy seductora. Era alborotadora y rebelde, de esas mujeres que nunca están en su casa, sino en las calles, en las plazas, acechando por todas las esquinas.
Lo agarró y lo besó, y descarada le djo: “Tenía que ofrecer ofrendas de paz, y hoy he cumplido mis votos; por eso he salido a encontrarte, buscando tu rostro con ansiedad, y te he encontrado. Mi cama está lista con colchas, con linos de Egipto en colores; la he rociado con mirra, áloes y canela. Ven, embriaguémonos de amor hasta la mañana, deleitémonos con caricias. Porque mi marido no está en casa, se ha ido a un largo viaje; se ha llevado en la mano la bolsa del dinero, volverá a casa para la luna llena”.
Con sus palabras persuasivas lo atrajo, lo sedujo con sus labios lisonjeros. Al instante la siguió, como va el buey al matadero, o como uno en grillos al castigo de un necio, hasta que una flecha le traspasa el hígado; como el ave que se precipita en la trampa, y no sabe que esto le costará la vida.
Ahora pues, hijos míos, escuchadme, y prestad atención a las palabras de mi boca. No se desvíe tu corazón hacia los caminos de la mujer seductora, no te extravíes en sus sendas. Porque muchas son las víctimas derribadas por ella, y numerosos los que ha matado. Su casa es el camino al Seol, y su habitación, la guarida de la muerte.
Proverbios 7
LIBROS
The Relationships Revolution, Nigel Pollock, IVP
The Single Issue, Al Hsu, IVP
God, Sex and Generation X, Mike Starkey, Triangle
Photo by Ayo Ogunseinde on Unsplash