Preguntas frecuentes en relación a las vacunas contra el coronavirus

Unión Médica Evangélica (UME)

Dado el creciente interés y preocupación con respecto a la seguridad, aspectos éticos, económicos y políticos de la población creyente en relación a las nuevas vacunas contra el coronavirus presentamos una guía de preguntas frecuentes sobre este novedoso tema realizadas al experto pediatra neonatólogo, conferenciante, autor, investigador científico, cristiano de origen británico John Wyatt y que están publicadas en su página web johnwyatt.com. Acerca del autor destacamos que se dedica a abordar nuevos desafíos, éticos, filosóficos y teológicos en relación al avance de la ciencia y tecnología médica entre otros tantos méritos.

 

Hemos considerado interesante traducir su magistral exposición a nuestro idioma y conocer su punto de vista y recomendación como médico cristiano que exponemos a continuación: El objetivo del autor es facilitar información precisa para que las personas creyentes puedan llegar a sus propias conclusiones.

Preguntas frecuentes en relación a las vacunas contra el coronavirus

Por el profesor John Wyatt. 4 de enero del 2021.

¿Es posible desde una perspectiva científica que las vacunas de Pfizer y de Moderna modifiquen el ADN de las personas?

 

No. Ambas vacunas utilizan el ARN mensajero que ha sido sintetizado en laboratorio. Tras la vacunación las moléculas están diseñadas para que cuando se han introducido en la célula humana estimulen en ella la producción de la proteína de las espículas del coronavirus. Esta, entonces, es liberada a la corriente sanguínea lo que causa que por los mecanismos naturales del cuerpo se generen anticuerpos y células inmunes contra la proteína de las espículas. Como resultado la persona llega a ser inmune al coronavirus. Las propias moléculas de ARN mensajero sobreviven en el cuerpo sólo durante unas horas tras la vacunación puesto que son destruidas por los mecanismos celulares normales. No hay posibilidad científica o biológica de que las moléculas de ARN de las nuevas vacunas puedan modificar el ADN humano. Existe un tipo de virus completamente distintos, llamados retrovirus, que tienen la capacidad de modificar el ADN humano y los estudios realizados del código genético humano sugieren que una parte importante de nuestro ADN se generó de retrovirus ancestrales.

 

¿Es cierto que las nuevas vacunas Covid no se han sometido a los procedimientos normales para garantizar su seguridad?

 

No. Las nuevas vacunas se han sometido a las mismas pruebas y estudios independientes y amplios que deben pasar todos los medicamentos nuevos en los países desarrollados. Todas las vacunas consideradas han sido probadas en grandes estudios “doble ciego” de fase 3, cuidadosamente diseñados, que investigan la seguridad y eficacia de la vacuna comparándolo con un placebo inocuo. Los resultados de los estudios han sido analizados por un gran número de expertos independientes y muchos de los datos se han puesto a disposición del público para que puedan acceder científicos de todo el mundo. En el momento que se aprobaron las vacunas Pfizer y Moderna en diciembre 2020, decenas de miles de personas habían recibido ambas vacunas sin ningún efecto secundario grave.

 

Es cierto que el proceso de desarrollo, prueba y aprobación de las vacunas ha sido mucho más rápido de lo normal, pero ello se debe a que se ha hecho un esfuerzo científico internacional excepcional en relación a este problema, con una aportación económica ingente y cooperación sin precedentes entre expertos. Desde que comenzaron las campañas de vacunación masiva en diciembre de 2020, cientos de miles de personas ya han recibido la vacuna y se están analizando cuidadosamente los posibles efectos secundarios. Aunque ningún medicamento que sea biológicamente eficaz puede considerarse completamente seguro, los datos disponibles indican que las vacunas Pfizer y Moderna tienen un excelente historial de seguridad y, de hecho, son mucho más seguras que muchos medicamentos de uso habitual como la aspirina y el ibuprofeno.

 

¿Existe alguna confabulación entre los gobiernos occidentales y las grandes empresas farmacéuticas para no revelar los efectos adversos de las vacunas?

 

Esta preocupación ha tenido gran repercusión por la reciente noticia de que el gobierno del Reino Unido concedió a la compañía farmacéutica Pfizer una indemnidad legal que la protege de acciones legales que puedan surgir como resultado de cualquier problema que pueda derivarse de la vacuna. El personal del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido que suministra la vacuna, así como los fabricantes del medicamento también están protegidos. Es importante comprender que la evaluación de la seguridad y eficacia de cualquier medicamento nuevo la lleva a cabo un gran número de científicos académicos independientes y muy experimentados que son independientes tanto del control gubernamental como de la financiación por las compañías farmacéuticas. Todos los científicos involucrados son conscientes de que su honradez y reputación internacional dependen totalmente de que sean considerados honestos, veraces e imparciales. Si posteriormente resultara evidente que ha habido alguna deshonestidad o engaño, sus carreras y reputación serían destruidas. A partir de mi experiencia personal de realizar un ensayo clínico aleatorizado que fue supervisado bajo la misma reglamentación del Reino Unido y los Estados Unidos, estoy seguro de que la información que se ha hecho pública sobre la seguridad de las vacunas es todo lo honesta y precisa como sea posible.

 

La razón para ofrecer esa cobertura a las compañías farmacéuticas es que se van a suministrar literalmente miles de millones de vacunas en los próximos meses. Si surgieran efectos secundarios extremadamente raros pero graves, los costos potenciales de los litigios llevarían rápidamente a las empresas a la bancarrota a pesar de su inmensa capitalización. Con el fin de proteger los intereses de sus accionistas, las empresas tendrían el deber de detener la vacunación en todo el mundo (posiblemente durante meses o años) tan pronto como se anunciara el primer efecto secundario grave. Para evitar esta posibilidad, el gobierno del Reino Unido ha asumido la responsabilidad legal. Así que sigue habiendo cobertura legal para quienes participen, pero es el gobierno (es decir los contribuyentes) quien tendrá que pagar. De hecho, de acuerdo con la Ley de Indemnizaciones por Daños por Vacunas, habrá un pago único de 120,000 £ (135,000 €) a cualquier persona que resulte afectada o discapacitada de forma permanente como consecuencia de la vacuna. Medidas similares ya se han tomado anteriormente para otras vacunas, como la vacuna contra la tosferina (pertussis).

 

¿Es cierto que las nuevas vacunas covid contienen tejidos de un feto abortado?

 

No. Las vacunas de Pfizer y Moderna emplean moléculas de ARN mensajero que han sido sintetizadas artificialmente en laboratorios. Sin embargo, como parte del proceso de su desarrollo, las vacunas fueron probadas usando una línea celular llamada «inmortal” o células HEK-293. Esta línea celular consiste en células embrionarias que se multiplican continuamente y que se han estado multiplicando durante más de 40 años. Se dice que las células originales se obtuvieron de un feto (un bebé antes de nacer) que se sometió a un aborto legal por otras razones en los Países Bajos en 1973. No se realizaron más abortos para el propio desarrollo de la vacuna y las vacunas no contienen ningún tejido fetal. El uso de la línea celular HEK-293 plantea la cuestión de si la vacuna podría considerarse como «moralmente contaminada». Esta es una pregunta compleja que he discutido en un artículo llamado «Las vacunas contra el Coronavirus y la Ética Cristiana». En la actualidad no hay ninguna vacuna contra el coronavirus que no haya sido desarrollada utilizando células HEK-293.

 

¿Es cierto que los riesgos de infección por coronavirus se han exagerado enormemente por razones políticas o de otro tipo?

 

No. Hay un consenso entre los epidemiólogos, virólogos y expertos en enfermedades infecciosas de todo el mundo de que la actual pandemia de Covid-19 es la emergencia sanitaria mundial más peligrosa desde la gripe española en 1918/19. Ya hay pruebas claras de que en 2020 se han producido cientos de miles de muertes que no habrían ocurrido sin la pandemia. Además de las trágicas muertes, existe una creciente evidencia de complicaciones a largo plazo muy importantes en los que la han padecido, entre ellas accidentes cerebrovasculares, problemas cardíacos, afecciones pulmonares crónicas e incluso deterioro cognitivo de larga evolución. Ahora parece probable que muchos miles, sino millones de personas vivirán con las complicaciones de la infección por coronavirus en los próximos años.

 

¿Es cierto que las vacunas contra el coronavirus utilizan técnicas para espiarnos creadas por Bill Gates?

 

No. Ninguna de las vacunas aprobadas por las autoridades reguladoras utiliza técnicas para espiarnos. Como muchas teorías de conspiración, esta tiene su origen en una noticia genuina. En diciembre de 2019, un grupo de investigadores estadounidenses financiados por la Fundación Bill y Melinda Gates publicó un artículo de investigación sobre una tecnología que dejaba un registro de vacunación en la piel del paciente usando una tinta inteligente que luego podía leerse con un móvil. La investigación no estaba relacionada con la pandemia de coronavirus y la tecnología no se ha desarrollado ni implementado aún.

 

¿Es cierto que los gobiernos democráticos occidentales planean hacer obligatoria la vacunación contra el coronavirus?

 

No. Cuando este artículo está siendo escrito, ningún gobierno democrático occidental ha revelado plan alguno para hacer obligatoria la vacunación. En la mayoría de estos países la libertad individual y de conciencia están muy protegidas por la ley e históricamente y sólo los gobiernos totalitarios pueden hacer obligatoria la vacunación. Sin embargo, es probable que se realicen campañas para persuadir al mayor número posible de personas de que se vacunen con el fin de elevar los niveles de inmunidad en el conjunto de la población.

 

¿Es cierto que la vacunación contra el coronavirus puede provocar infertilidad?

 

No hay pruebas científicas sólidas que apoyen esta posibilidad. Los ensayos clínicos existentes excluyeron a las mujeres embarazadas, pero esto es una práctica estándar en los ensayos clínicos, para evitar la remota posibilidad de que un nuevo medicamento pueda causar daños imprevistos a un bebé antes del nacimiento. El consejo en el Reino Unido es que las embarazadas, las que estén amamantando, o que puedan quedar embarazadas dentro de los tres meses de su primera dosis no deben vacunarse, pero esto se debe a la preocupación por los posibles riesgos para el bebé, no porque exista un riesgo de infertilidad.

 

Se ha sugerido que existe una pequeña similitud en las secuencias de aminoácidos de la proteína de espícula del coronavirus y una importante proteína de la placenta llamada sincitina-1. Por tanto, si el cuerpo crea anticuerpos contra la proteína de espícula, podrían atacar inadvertidamente a la proteína de la placenta. Esta es una posibilidad en teoría que no deja de ser una mera especulación y la mayoría de los expertos en la materia piensan que es extremadamente improbable. Si el mecanismo resultara ser cierto, entonces sería teóricamente posible que la infección con el coronavirus natural pudiera conducir inadvertidamente a una infertilidad posterior. Sin embargo, no hay absolutamente ninguna evidencia que apoye esto en la actualidad.

 

¿Es cierto que algunos voluntarios han fallecido como resultado de recibir vacunas experimentales contra el coronavirus?

 

Hubo dos muertes entre las 21,000 personas que recibieron la vacuna Pfizer, pero después de una cuidadosa investigación por parte de los científicos independientes se determinó que eran eventos fortuitos no relacionados con la vacuna. En comparación, hubo cuatro muertes que ocurrieron por casualidad en las 21,000 personas que recibieron placebo inactivo, por lo que se podría concluir que recibir una inyección de agua salada fue más peligroso que recibir la vacuna.

 

Poco después del comienzo de la inmunización con la vacuna de Pfizer en el Reino Unido, dos profesionales de la salud, que tenían una historia previa de alergia grave, desarrollaron serias reacciones alérgicas a la vacuna. Parece que los dos individuos no sufrieron efectos adversos permanentes, pero la recomendación del Reino Unido se modificó después de estos incidentes indicando que las personas con un historial de reacciones alérgicas muy graves (llamada anafilaxia) no deberían recibir la vacuna.

 

¿Es cierto que el virus muta tan rápidamente que las vacunas se vuelven rápidamente ineficaces?

 

Es bien sabido que el virus de la Influenza (gripe) muta continuamente y por lo tanto una nueva vacuna contra la gripe tiene que ser desarrollada cada año. En la actualidad, las pruebas sugieren que el virus Covid-19 es más estable genéticamente que el virus de la gripe y los expertos esperan que las vacunas actuales permanezcan activas durante más de un año. Sin embargo, simplemente no hay suficiente experiencia con el virus Covid- 19 para poder predecir la probabilidad de futuras mutaciones.

 

El día 5 de enero el autor John Wyatt publicó otro artículo: Más preguntas sobre las vacunas contra el coronavirus. Amplía y expone de manera más profunda alguna de las preguntas vistas previamente.

 

El 2 de diciembre, la Autoridad Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido (MHRA) dio su aprobación para que la vacuna Pfizer/BioNtech se empleara en el Reino Unido, y desde entonces se ha aprobado una segunda vacuna para su uso aquí, la vacuna Oxford-AstraZeneca.

 

La secuencia genética del virus Covid-19 sólo se determinó a finales de enero de 2020, por lo que el extraordinario logro científico de crear, probar y aprobar dos vacunas completamente nuevas en menos de un año es asombroso, y para usar una palabra demasiado utilizada, sin precedentes. Probablemente la comparación más cercana en cuanto a velocidad sería el desarrollo de una nueva vacuna para el letal virus del Ébola, que llevó seis años.

 

Desde una perspectiva cristiana podemos dar gracias a Dios por habernos dado el conocimiento científico, la experiencia y la motivación humana y los recursos para emprender esta enorme empresa por el bien de la humanidad. No hay duda de que todo el campo del desarrollo de vacunas se ha transformado para siempre debido a la pandemia de Covid-19. Por ejemplo, el equipo de la Universidad de Oxford está comenzando a realizar pruebas clínicas en África de una nueva y prometedora vacuna contra la malaria, que tiene el potencial de salvar literalmente cientos de miles de vidas de niños cada año.

 

Sin embargo, a pesar de los increíbles avances, algunos cristianos siguen siendo reticentes a la vacunación. Como profesional de la medicina, mi objetivo es proporcionar información precisa y pertinente para que los cristianos puedan llegar a sus propias conclusiones:

 

¿Las nuevas vacunas han sido desarrolladas usando tejido de fetos abortados?

 

Las tres nuevas vacunas contra el coronavirus, como parte de sus procesos de desarrollo, utilizaron lo que los biotecnólogos han llamado «líneas celulares inmortales». Estos son cultivos de células que se siguen multiplicando indefinidamente.

 

La línea celular llamada HEK-293, que inicialmente se desarrolló usando tejido de un solo feto que fue abortado legalmente en los Países Bajos en la década de 1970, se utilizó en la producción de la vacuna Oxford-AstraZeneca, mientras que las vacunas Pfizer y Moderna emplearon estas células para fines de prueba.

 

Es importante comprender que el trágico aborto original de la década de 1970 no se llevó a cabo con fines de investigación científica, y desde entonces no se han realizado más abortos como parte del desarrollo de la vacuna. Las células HEK-293 se han utilizado en el desarrollo de una serie de otros medicamentos de uso común, incluyendo algunos tipos de vacunas contra la gripe y tratamientos contra el cáncer.

 

Pero, ¿cómo deben responder a esto los cristianos que desean respetar la vida humana antes y después del nacimiento? ¿Cómo mantener el equilibrio entre las muchas vidas que se salvarían con una vacuna eficaz para el Covid-19 con las preocupaciones éticas sobre cómo se ha desarrollado?

 

En resumen, creo que es útil ver esta cuestión a la luz de una categoría más amplia de dilemas morales con los que los cristianos han luchado durante siglos. Es lo que a menudo se ha llamado la cuestión de la «cooperación en el mal» o «cooperación con el mal». Es un reconocer que por nuestro propio compromiso en la sociedad en un mundo caído no podemos evitar algún grado de cooperación o complicidad con el mal.

 

Parte del dinero que pago al Gobierno del Reino Unido en impuestos se utiliza para fines con los que estoy profundamente en desacuerdo, por ejemplo. Incluso el propio Jesús, al animar a la gente a pagar sus impuestos al César, y al comer en la casa de Zaqueo el recaudador de impuestos, estaba en cierto sentido cooperando con los muy obvios males del Imperio Romano.

 

Los teólogos morales que han luchado con estos problemas han establecido distinciones entre la cooperación intencional y la no intencional, entre la cooperación activa y la pasiva y entre la cooperación próxima (o físicamente cercana) y la cooperación remota. También han subrayado la importancia de buscar alternativas al mal y de tratar de equilibrar la cooperación con el mal con las cosas moralmente buenas que puedan resultar. Dado que el coronavirus ya ha sido responsable de más de 2 millones de muertes en todo el mundo, el argumento basado en la urgencia de salvar vidas futuras es muy fuerte.

 

Cada uno de nosotros tiene el derecho de hacer uso de su conciencia mientras luchamos por hacer el bien en un mundo complejo y caído. Pero hablando personalmente, aunque no deseo en modo alguno restar importancia a la gravedad del aborto, veo un deber del amor cristiano el vacunarme, no sólo para minimizar la posibilidad de enfermar gravemente, sino para proteger tantas vidas preciosas que están en riesgo.

 

¿Deberíamos aceptar una vacuna que está «moralmente contaminada»? ¿Cómo deberíamos pensar en relación a las vacunas para Covid-19?

 

En primer lugar, es importante el papel que jugamos en la historia. Por ejemplo, consideremos los desafíos éticos para un tecnólogo cristiano que trabaja en un laboratorio de vacunas, o para un ejecutivo cristiano de una compañía farmacéutica que toma decisiones sobre las vacunas en las que va a invertir, o un político cristiano con responsabilidades en el gasto público. Sus responsabilidades éticas son obviamente diferentes de las de una persona con parientes ancianos vulnerables que no tiene conexión con el mundo de la salud.

 

Claramente, si tengo la oportunidad de influir en las decisiones para el bien y que reduzcan el mal, entonces tengo la responsabilidad de hacerlo. Si no puedo influir en la decisión, entonces, por ejemplo, como cristiano que trabaja en un laboratorio de biotecnología, puedo elegir no trabajar en una línea celular en particular, o incluso renunciar a mi trabajo si no tengo otra alternativa.

 

Pero como alguien que cuida a ancianos vulnerables, puedo sentir que es mejor para mí aceptar la vacunación, aunque la vacuna esté «moralmente contaminada», porque la alternativa de transmitir el virus es peor. Del mismo modo, si deseo tener el privilegio de viajar al extranjero, puede que tenga que aceptar la vacunación para evitar la transmisión involuntaria del virus a otros.

 

Como comunidad cristiana podemos plantear nuestras preocupaciones al gobierno para argumentar que las vacunas alternativas deben estar disponibles una vez que se haya demostrado que son seguras y eficaces.

 

¿Tenemos el deber de vacunarnos por ser cristianos?

 

El pensamiento bíblico sobre los que viven en sociedad tiende a centrarse en nuestras responsabilidades hacia los demás más que en nuestros propios derechos. En la Biblia Dios llama a su pueblo a cuidar de los más indefensos, viudas, huérfanos e inmigrantes.

 

En el contexto de la pandemia de Covid-19 parece claro quiénes son los más indefensos entre nosotros: los ancianos, los débiles, los que tienen problemas de salud y muchos de los grupos étnicos minoritarios.

 

¿Qué hay de los riesgos desconocidos de una nueva vacuna?

 

Ningún medicamento es completamente inocuo, incluyendo medicamentos como el paracetamol y el ibuprofeno, que la mayoría de nosotros tomamos sin preocuparnos. En los ensayos clínicos de las tres vacunas, decenas de miles de voluntarios de diferentes edades recibieron las vacunas y ninguno de ellos tuvo una reacción grave o permanentemente perjudicial. Se continuará con un seguimiento muy cuidadoso de los posibles efectos adversos a medida que la vacuna se extienda a millones de personas en la población del Reino Unido y en todo el mundo. Según los datos de que se dispone ahora, la vacuna es mucho más segura que la mayoría de los medicamentos que se prescriben todos los días por los médicos del Servicio Nacional de Salud, pero, por supuesto, no es posible descartar completamente la posibilidad de un efecto secundario raro pero grave.

 

Al aceptar la vacuna me expongo a un pequeño riesgo, pero reduzco al mínimo la posibilidad de contagiar el virus potencialmente letal a otra persona. Cada uno de nosotros debe hacer lo que crea correcto, y estoy firmemente convencido de que no debe haber coacción o presión indebida sobre ningún individuo para que se vacune.

 

Cada uno de nosotros debe actuar en conciencia mientras luchamos por hacer lo correcto en un mundo complejo. Pero hablando personalmente veo un deber de amor cristiano el vacunarme, no sólo para minimizar el riesgo para mi propia salud, sino para proteger a mi prójimo.

Esta publicación apareció originalmente en johnwyatt.com

 

Facilitamos otros recursos por si es de interés. (Disponible para sanitarios que se registren).

-Guía para resolver las dudas más frecuentes sobre las nuevas vacunas contra la Covid- 19. Andrea Arnal. https://www.univadis.es/viewarticle/guia-para-resolver-las-dudas- mas-frecuentes-sobre-las-nuevas-vacunas-contra-la-covid-19-736322

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